Siendo una de las principales figuras literarias del romanticismo, Mary Shelley dio vida al género de terror con “Frankenstein o el moderno Prometeo”, con sólo 19 años. En esta obra literaria de tono gótico, el doctor VÃctor Frankenstein intenta rivalizar con Dios en la creación y destrucción de la vida, en la que serÃa la primera novela de ciencia ficción.
Mary era hija del filósofo polÃtico William Godwin y la filósofa feminista Mary Wollstonecraft, quien escribió, “Una reivindicación de los Derechos de la Mujer”. Un libro que fue de esencial influencia en Mary a través del tiempo, no sólo porque fue la herencia intelectual que le dejó su madre, quién murió a dÃas de darle a luz, sino porque un gran admirador del libro, el filósofo Percy Shelley se terminó convirtiendo en su marido.
Se dice que se encontraban frente a la tumba de la madre de Mary, el mismo lugar donde ella aprendió a escribir. Se escaparon a Francia en 1814, y comenzaron una vida que estarÃa marcada por los viajes y la muerte. Hay quienes atribuyen a esta vida nómade al espÃritu romántico de la época encarnado en estos dos famosos literatos.
En uno de estos viajes, en un verano sin sol producto de la erupción de un volcán, cuatro personas se encontraron encerradas en una casa sin hacer nada: Lord Byron, su médico personal, Percy Shelley y Mary Shelley. Las conversaciones se centraban en los experimentos de Erasmus Darwin de dar vida a la materia muerta y leÃan historias de fantasmas. Lord Byron propuso el desafÃo de que todos los presentes escribieran una historia de terror. El resultado más conocido, cuna del terror y la ciencia ficción, fue “Frankenstein o el moderno Prometeo” escrito por una Mary de 19 años, donde logró la genial combinación de una trama muy moderna con el género epistolar.
Si bien este es el libro con que más se le asocia, el resto del legado literario de Mary Shelley cuestiona las instituciones polÃticas y teológicas establecidas. También propone a la mujer como una protagonista clave, pues sus caracterÃsticas afectivas y compasivas son esenciales en el funcionamiento de la sociedad civil.